un desdeño de palabras que animen mi alma
pero la vida quiso que pasara así.
Nunca nos percatamos de la gran dimensión que en esta vida pasaba
y entorpecidos por caídas que no tenían lugar en este camino
una mano llena de fango tomo de la mía
y con una sonrisa me dio mas de lo que podría haber recibido.
Yo con mis zapatos brillosos como el sol
y una camisa resplandeciente como el cielo de verano
enmudecido quede por el valor de esta pequeña en su escasa abundancia
me tendió la mano.
Llegaste como el roció de una tarde de otoño;no duro mucho,
refrescante como ninguna hasta que tus huellas en la arena se esfumaron.
Dormí a su lado y entre sueños pronuncie tu nombre
cierro mis ojos y te sueño
a su lado no es igual que sonreír al tuyo
la tristeza me invade, por que si ella me pregunta que has soñado,
no puedo decirle que fue contigo.
Sexta novena del sombrío pasado
que apaga su tenue luz
para afrontar las piedras que trae el hoy.
MANUEL SALAZAR L.
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